Conocer el amor

Mucha gente sueña con conocer el amor pero o no lo consiguen o consiguen el amor equivocado. Algo que hay que preguntarse antes que todo es: ¿Debes buscar el amor verdadero? ¿O tú convertirte en el amor verdadero?

Si de algo carece el ser humano es de capacidad de auto-crítica. Las personas saben que buscan en otra persona pero no se preguntan que: “deben ofrecer ellos”. ¿Qué ofreces tú como persona? ¿Ser una persona irritable, borde, poco cariñosa pero exiges a alguien que sea de bandera? No estás siendo congruente.

La base de la vida y de conocer el amor no está en exigir sino también en “saber apreciar cada detalle”. Igualmente, aunque puntualice ese detalle, que si no lo hago te conduciría irremediablemente a un fracaso amoroso tras otro igual que el resto de la sociedad que no para de culminar en separaciones y divorcios, no está de más, que al conocer el amor también lo hagas de la mejor forma posible y no te equivoques una vez tras otra.

Por lo tanto la combinación perfecta está entre un equilibro de: “saber como elegir la mejor pareja posible para ti” y “Saber apreciar al máximo a la pareja que elegirás”.

¿Pero como conocer el amor? ¿Dónde y cómo se hace?

Sin acción no se puede conocer el amor

Nadie no hace ir al cole nunca a sus hijos porque: “Un buen trabajo sale solo” o nadie después de años de estudiar carrera universitaria se sienta en casa y espera que le llamen porque “Todo viene solo”. Si las cosas se hicieran solas la vida sería muy cómoda pero no es así.

Si quieres conocer el amor y tener a la persona de tus sueños debes moverte. No esperar que “surja de forma natural” porque puede no surgir o desesperarte durante años y hará que te agarres a un clavo ardiendo ante la primera persona que te haga caso o te engatuse.

La mejor opción no es aquella que te encuentras de chiripa. Imagina que te niegas a buscar comida y, desesperado, te encuentras un bocadillo podrido y roñoso en plena calle. Deberás aferrarte a eso porque no queda otra, pero es una muy mala opción que sin duda va a pasarte factura. Es como el viejo dicho “no digas que de este agua no beberé”.

Esperar a que las cosas pasan es beber de ese agua y de cualquiera que te encuentres de lo desesperado que irás, las personas pueden aprovecharse de esa situación y puedes terminar con una persona que no te conviene para nada.

Muchas personas adoptan una especie de actitud zombi en el amor ante sus dificultades para seducir. Tuvieron malas experiencias y, generalmente, son pésimos a la hora de ligar y/o escoger pareja.